La AU Miguel Hernández secundó y convocó a todos los alumnos de la URJC a la huelga del 26 y 27 de marzo. Nuestras reivindicaciones son claras: por un sindicato estudiantil de clase y combativo, y por una educación para la clase trabajadora a nivel general; por la eliminación de la ley mordaza de la URJC y contra la supresión de las diez titulaciones en particular.
Nuestra asociación se marcó unos objetivos claros para esta huelga, condenar el oportunismo del Sindicato de Estudiantes frente a los estudiantes, y elevar el nivel de conciencia y de organización del estudiantado de extracción obrera y popular de la URJC. Los objetivos se consiguieron de manera totalmente satisfactoria. Destacamos también y agradecemos la participación del colectivo AK-32 a lo largo de toda la huelga, siempre presentes en el movimiento estudiantil universitario del barrio de Vicálvaro.
Durante la noche del 25 al 26 de marzo, unos 60 estudiantes de la URJC nos encerramos en el aulario del campus de Vicálvaro. En todo momento reinó la tranquilidad, quebrada en el momento en que aparecen en el aulario, con el permiso del rector, unos 30 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, junto a unos pocos policías municipales y toda la plantilla de la seguridad privada de la universidad, de manera muy agresiva e identificando a los estudiantes. Gracias a la tranquilidad y sangre fría con la que actuamos todos los presentes, conseguimos quedarnos en el edificio y pasar la noche allí.
Los dos días de huelga se desarrollaron de manera muy positiva, con un alto seguimiento por parte de los alumnos, habiendo momentos de tensión por la continua presencia policial en los alrededores del campus, viviendo el momento más tenso cuando, al parar un examen para defender la libertad de ejercer el derecho a huelga, se desplegaban unos 10 o 12 agentes de la UIP totalmente preparados para entrar en la universidad, incluso pidiendo su entrada por radio por parte de la seguridad privada de la universidad. Finalmente no hubo incidentes.
Desde la AU Miguel Hernández denunciamos el estado policial vivido en estos días de huelga en todas las universidades madrileñas, y pedimos solidaridad con todos los represaliados. También denunciamos las mentiras y difamaciones que se han ejercido por parte de los principales medios de comunicación y de las principales voces de la URJC contra las acciones estudiantiles que se llevaron a cabo de manera pacífica, tratando de criminalizar nuestras protestas, totalmente legítimas, en un intento de hacer creer que son llevadas a cabo por grupos violentos alejados del estudiantado cuando fuimos los propios alumnos de la URJC los que participamos en los piquetes informativos.
Contra la represión, la única solución que tenemos los estudiantes de extracción obrera y popular es la organización, desde la base, en cada instituto, en cada universidad, por un mismo objetivo, por los intereses de la clase obrera, en un sindicato estudiantil a nivel estatal.
¡FUERA POLICÍA DE LAS UNIVERSIDADES DE MADRID!
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